lunes, 30 de abril de 2012

Corazones perdidos, M. R. James

Se acaba el mes y no cumplo la promesa hecha de publicar la entrada correspondiente al título elegido como Lectura del mes para este abril que ha pasado en un suspiro. Ya que he incumplido la tarea en lo que se refiere a la de la Propuesta de lectura del mes, me apresto a escribir rápido estas letras para poder, al menos, satisfacer la primera. 

Y la lectura que he elegido refiere al libro en el que está incluido el relato que propuso Alawen, título que, para fortuna de este club y en bien de sus anaqueles, tuvo la bondad de regalarnos y ponerlo a disposición de cualquiera que lo quiera en préstamo. Por cierto que tres (dos de mis hermanas y un asiduo del club) han sido los lectores que me lo han solicitado, lo cual supone un cien por cien de préstamos, pues tres son las personas con libro electrónico que conozco.

Corazones perdidos (cuentos completos de fantasmas) es una recopilación de los cuentos de fantasmas que escribió M. R. James a quien, no me importa confesarlo, no tenía el gusto de conocer hasta que Alawen tuvo la gracia de presentármelo, lo cual le agradeceré eternamente porque, por supuesto, M. R. James es un autor cuyas obras volveré a disfrutar.

Recomiendo la lectura del enlace que lleva a la biografía de M. R. James publicada en Wikipedia, porque a través de él el lector podrá hacerse una idea mucho más fidedigna de la obra de este autor de lo que yo podría escribir aquí, más en días como éste en los que las fuerzas no me acompañan y el deseo de querer escribir es mayor de lo que la salud permite. Extraigo del texto enlazado, no obstante, un par de ideas para que el lector del club pueda hacerse una idea:

Las apariciones espectrales de James son manifestaciones abominables, criaturas cuya procedencia no puede ser sino el infierno, son a veces extravagantes e incluso ridículas sin llegar a caer en la comicidad: seres inefables cuasi monstruosos

Hasta la irrupción de James, los fantasmas pertenecían a otros tiempos; James los instala en la sociedad burguesa de la época. Para inducir esta familiaridad cotidiana utiliza un relajado humor y la expresión coloquial en los diálogos, y también una finísima ironía británica.

Me ha encantado este autor, me han gustado muchísimo sus historias, la atmósfera en la que las sitúa, los personajes, la época, el modo en que escribe... ¡Gran hallazgo!